Hace más de 30 años, hablar del barrio Las Cañitas era referirse a un barrio típico de caballerizas que era satélite del Hipódromo de Palermo. Como una especie de apéndice de este último y de Belgrano, hasta ese entonces se trató de una zona que no sobresalía. Sin embargo, en el inicio de la década del ‘90 la zona comenzó a refugiarse en la vida nocturna a través de la apertura de varios boliches, pubs y bares que se instalaron, mayormente, sobre la calle Báez. Las desarrolladoras inmobiliarias, atentas a esa mutación, comenzaron a mirar Las Cañitas como una zona más que propicia para el público jóven.
Pero el barrio, cuenta el consultor inmobiliario Alan Schachter, "luego tuvo un cambio de rubro y lo que era movida nocturna se transformó en polo gastronómico; que los boliches se mudaran a la zona de Juan B. Justo en Palermo Hollywood hizo que Las Cañitas se convirtiera en un barrio más tranquilo y permitió que un público de muy alta gama lo buscara para residir".